martes, 24 de febrero de 2015

Batido verde con limonada casera y semillas de lino

Batido verde con limonada casera y semillas de lino / Green smoothie with homemade lemonade and linseed

¡Good morning everyone! ^^

Ya habréis oído mil y una vez hablar sobre los batidos verdes y sus beneficios, que son muchísimos, pero hasta que no se prueban de primera mano no se sabe realmente qué se experimenta.

Mucha gente es reacia a probarlos por la combinación "extraña de alimentos" o "la pinta" pero lo cierto es que si nos paramos a pensar, no hay NADA por lo que debamos alarmarnos. Un batido verde es simplemente la combinación de frutas y alguna que otra verdura (normalmente hoja) lo que nos aporta una cantidad enorme de nutrientes y lo mejor de todo, sin aditivos ni conservantes, tal cual lo que vemos y mezclamos es lo que tomamos.

Durante la semana, me gusta desayunar cada mañana algo distinto: tostadas con aceite y tomate, mermelada, muesli con yogur y esta es una de mis opciones cuando noto que mi cuerpo necesita un poco de "depuración". No soy profesional ni soy muy entendida en el tema, pero creo que conozco mi cuerpo y noto perfectamente cuándo cometo excesos, me siento más hinchada de lo normal o simplemente me apetece empezar el día con energía y estos batidos, desde luego me llenan de vida :) 

Os dejo uno de los batidos que me hago:

Batido verde con limonada casera y semillas de lino

1 manzana
2 kiwis
1/2 aguacate
1/2 vaso de limonada casera (hecha con la thermomix)
Puñado y medio de espinacas frescas
2 cucharadas de semillas de lino
Agua

  1. Lavar muy muy bien la manzana y cortarla en trozos para facilitar que se triture adecuadamente. Si preferís pelarla podéis hacerlo, yo personalmente prefiero tomarla con la piel. Pelar los kiwis y el aguacate y trocearlos.
  2. Introducir la manzana, los kiwis, el aguacate en trozos, las espinacas, las semillas de lino y el medio vaso de limonada en la batidora/thermomix/procesadora (lo que tengáis y mejor os venga) y triturar muy bien hasta que quede un puré espesito suave sin grumos. Nos aseguraremos de que las semillas de lino se han triturado también.
  3. Una vez haya quedado ese puré, añadir unos 3-4 vasos de agua, el mismo que hemos utilizado para medir la limonada. Esto obviamente variará según el gusto de cada uno, no me gusta dar cantidades exactas para estos batidos porque a casa persona le gusta con una consistencia distinta. Batiremos bien a máxima potencia durante aproximadamente 2 minutos.



Quedará un batido de textura cremosa gracias al aguacate, con puntitos algo oscuros por las semillas del kiwi y las de lino trituradas.
La limonada le da un toque más cítrico que si sólo utilizáramos agua. Aquí podéis ver algunos de sus benefícios.
Por su parte, las semillas de lino, tienen numerosos beneficios, entre ellos regulan el colesterol, combaten el estreñimiento y en general favorecen el tracto intestinal. Aquí podéis informaros un poco más acerca de estas semillas.

¡Espero que os haya gustado! ^^


lunes, 23 de febrero de 2015

Glosario de términos

¡Hola de nuevo! :) 

Hoy vengo a aportar un pequeño glosario de alimentos no muy comunes (al menos en nuestra dieta o cultura) pero no menos nutritivos.

Muchos de vosotros ya seréis consumidores asiduos de lo que voy a mencionar, pero lo cierto es que sigue existiendo bastante desconocimiento en cuanto a lo que la cocina vegetariana se trata. Yo como ya dije, no soy vegetariana, más bien flexivegetariana, pero me interesa muchísimo el tema y me gusta investigar acerca de ello, por eso, estas navidades me regalaron un libro de cocina vegetariana estilo gourmet muy interesante en el que viene un glosario de términos entre los cuales, había muchos que no conocía demasiado.

 Digo vegetariana pero no tiene por qué, nunca está de más introducir ingredientes variados a nuestra dieta y más si son saludables, así que sea cual sea tu dieta, ahí va un listado que puede romper un poco tu rutina:



Aceitunas Kalamata: son aceitunas negras en forma de almendra y de color púrpura oscuro maceradas en vinagre de vino y se suelen vender en aceite de oliva o en vinagre. Pueden sustituirse por aceitunas negras.


Achicoria roja: variedad de lechuga italiana con hojas de color borgoña oscuro y amargo.


Arveja china: se trata de un guisante tierno que se consume con la vaina y da un toque crujiente y dulce a ensaladas y salteados, proviene de Asia y es similar al tirabeque.



Bok choy: se llama también bak choi, pak choi, col china blanca o acelga china. Se trata de una verdura china con un ligero aroma a mostaza; se emplean los tallos y las hojas. Existe también una variedad enana más tierna.


Bloccolini: es más suave y dulce que el brécol tradicional. Me gusta mucho esta opción porque es comestible desde la flor hasta el tallo, así no tenemos que tirar nada :P. Se trata de un cruce entre el brécol y el gai lum (brécol chino).


Burghul: llamado también bulgur, son unas semillas de trigo hervidas al vapor peladas que, una vez secas, se trituran en forma de granos de diversos tamaños. Se usa especialmente en platos de Oriente Próximo como el tabulé. Podría confundirse con el cous-cous, pero en realidad son dos cosas distintas ya que este último es sémola de trigo.


Chirívias: en inglés parsnips, son unas hortalizas de raíz blanca, larga y fusiforme de un sabor dulce y a hierbas. En la gastronomía española no son muy habituales pero durante mi estancia en Irlanda fue un alimento bastante habitual en mi dieta.



Choy Sum: es otra verdura china, llamada también repollo florido y lo bueno, como con el broccolini es que podemos consumir toda la planta.



Chutney: es un condimento agridulce de origen indio hecho con frutas cocidas en vinagre con azúcar y especias; tiene una consistencia bastante similar a la mermelada y se puede encontrar de diversos sabores en función de la fruta: piña, mango,…



Galanga: es la raíz de de sabor picante de un miembro de la familia del jengibre, de hecho, estéticamente se parece mucho a él. Tiene un sabor picante que se asemeja bastante al de la pimienta.



Ghee: se trata de una mantequilla clarificada a la que se extraen los ingredientes sólidos de la leche. Como punto positivo, puede calentarse a elevada temperatura sin que se queme.



Guisantes amarillos partidos: son conocidos también como toor dhal y son muy adecuados para purés, dhals y sopas.



Judías de soja: estas son extremadamente nutritivas y de ellas, se obtiene cuajada y leche de soja, así como productos fermentados. Pueden remojarse y cocerse a continuación.

Mi madre por ejemplo, cuando pone lentejas para comer, echa un puñado o dos de esas judías que le dan un toque interesante a las legumbres y por supuesto, potencia el valor nutricional de las lentejas y las hace un plato más completo.




Miso: procedente de Japón, es una pasta elaborada nuevamente con judías de soja cocinadas, hechas puré y fermentadas. Es un ingrediente común en sopas, salsas y aliños. Pueden ser rojo y blanco.




Okra: es también conocida como gumbo, ají turco, algalia o angelonia, es una planta de origen africano, de clima cálido. Las vainas de okra verde pueden prepararse de muchas maneras: cocidas, al horno o fritas. Al cocinarse, desprende una sustancia bastante viscosa que sirve para espesar el líquido en el que se está haciendo, lo cual es una idea interesante si queremos espesar por ejemplo una salsa o puré con un ingrediente natural. La okra fresca, además contiene vitaminas A y C y se encuentra disponible también en conserva.




Pacana: es un fruto seco originario de Norteamérica, muy graso de un color entre dorado y marrón, es bastante similar a la nuez. Lo he visto bastantes veces en pasteles y tartas.




Pappadums: son unas tortitas crujientes hechas de harina de lentejas y harina de arroz, aceite y especias secadas al sol. Se suelen vender envasadas listas para tostar en la sartén, horno o microondas.




Pasta sichuán (que no szechuan): es una pasta hecha con judías de soja fermentadas, especialmente apreciada en la cocina de Sichuán (China); el picante se debe a la adición de chile. A veces se le añaden otros saborizantes como el ajo, el aceite de sésamo y el azúcar.




Pochas: son alubias tiernas, en su fase previa a la desecación, que se consumen y cultivan principalmente en Navarra y el País Vasco. Es una vaina de gran tamaño, alargada de un verde pálido. Su temporada es muy corta y coincide con el final del verano; pero también pueden encontrarse congeladas o envasadas al natural.




Rigani: es orégano silvestre, nativo de Grecia, que forma parte integral de la ensalada griega. Se puede reemplazar con orégano seco ya que son muy parecidos.




Sambal oelek: es de origen indonesio y se trata de una pasta salada hecha con pimiento, chiles molidos, vinagre y diversas especias.

Sazonado cajún: es usado para dar a los alimentos el sabor característico del “sur” estadounidense. Es una intensa mezcla envasada de hierbas y especias compuesta normalmente por pimentón, albahaca, cebolla, hinojo, tomillo, cayena y estragón.



Setas: dentro de este grupo están los conocidos boletos y champiñones aunque existen otros menos habituales en nuestra gastronomía:


  • Oreja de madera: efectivamente son tal cual dice el nombre, una oreja. Tienen una textura ligeramente crujiente y un sabor suave y delicado que, a menudo, absorbe el de los ingredientes más fuertes con los que se mezcla. Puede encontrarse fácilmente en los mercados asiáticos tanto frescas como secas y habitualmente se usa en salteados y sopas.
  • Shiitake: son conocidas también con el nombre de donko o seta china, pertenecen a la familia Lentinus, suelen venderse deshidratadas y hay que remojarlas antes de su uso. Con este tipo de seta se suele preparar el famoso plato chino "ternera con setas y bambú"



Muchos de estos ingredientes no son fáciles de encontrar en nuestros supermercados habituales, sin embargo, podemos hacer una versión parecida, como es el caso del Sambal oelek o el Chutney, más adelante postearé una receta de ello. Otros como la soja y las chirívias se pueden encontrar fácilmente y nos permiten hacer platos buenísimos y nutritivos :)

sábado, 21 de febrero de 2015

Paté de zanahoria y aceitunas verdes / Carrot and green olives pate

Paté de zanahoria y aceitunas verdes / Carrot and green olives pate

¿Qué tal si innovamos un poco y nos atrevemos a tomar ese delicioso paté para el desayuno?

No sé vosotros, pero para mí es bastante aburrido estar comiendo continuamente lo mismo. Por supuesto, los supermercados y grandes superficies se hacen eco de ello y nos ofrecen infinidad de opciones vistosas y variadas para nuestros desayunos y meriendas, ricas o no en muchos casos, pero no del todo saludables.
¿Cómo cambiar unos “deliciosos” cereales chocolateados o unos sobaos esponjosos por un paté de zanahoria y aceitunas? ¡Pero si las aceitunas son para el aperitivo! Pues bueno, como con todo, cuestión de romper un poco los esquemas y transgredir otro poco la norma, probar y tal vez te sorprenda el resultado.

Indagando un poco por internet, encontré una charla expuesta por el cocinero José Antonio Romero (encontraréis vídeos suyos en YouTube, no tienen desperdicio) hablando de patés vegetarianos. Esta fue la primera receta suya que elaboré y me sorprendió muchísimo el resultado, está buenísimo!

Entre otras muchas cosas cosas, la zanahoria tiene propiedades antioxidantes, controla el azúcar en la sangre, disminuye el colesterol y previene la arteriosclerosis.

Por su parte, las aceitunas contienen ácidos grasos monoinsaturados que las convierten en un snack, siempre y cuando se consuman con moderación y no exista patología en la persona, cardiosaludables.

Ni qué decir los beneficios que podemos encontrar en el ajo, el aceite de oliva y en las nueces.

Paso a contaros los ingredientes J

Paté de zanahoria y aceitunas verdes

2 zanahorias medianas cocidas
1 puñado pequeño de aceitunas verdes sin hueso
1 diente de ajo
1 pizca de tomillo
Unos 100ml de aceite de oliva
Medio puñado de nueces

  1. Pelar las zanahorias y cocerlas enteras en una cazuela con agua, así el paté nos durará varios días en la nevera, de lo contrario, la zanahoria cruda en contacto con las aceitunas maceradas fermentarían y no duraría tanto. Cocerla hasta que esté tierna. A mí personalmente me gusta que no quede demasiado pasada, sino que estén más bien firmes, ya al gusto de cada uno.
  2. Poner en la batidora/thermomix/picadora las zanahorias cocidas, el puñado de aceitunas verdes, el diente de ajo y la pizca de tomillo. Triturar los ingredientes hasta que quede más o menos como un puré.
  3. Una vez esté triturado, sin dejar de batir, vamos echando poco a poco el aceite como si estuviéramos haciendo una mayonesa, para que vaya ligando y tome consistencia.
  4. Como último paso, añadimos el puñado de nueces y trituramos nuevamente.

No he mencionado nada de sal porque tal vez las aceitunas sean ya de por si saladas. Creo que es algo muy personal y que cada uno debería darle su toque al gusto así que id probando y añadid si queréis un poquito.
Conservar en un tupper de plástico o tarro de cristal, preferentemente este último, se puede consumir durante una semana. Como sugerencia, si quisiéramos que aún se conservara por más tiempo, teniendo en cuenta que modificaría un poco el sabor del resultado final del paté, añadiríamos una cucharada de zumo de limón una vez terminado el paté mezclando con movimientos envolventes.

Ya solo nos quedará dejarlo reposar en un recipiente y consumir cuando lo deseemos. A mí me gusta mucho untado en pan de centeno, pero lo podéis tomarlo como más os guste. Es una muy buena opción para el desayuno pero, por su puesto, se puede tomar a cualquier hora del día.

¡Espero que os guste! ^^